viernes, 24 de junio de 2016

PIAGET



La importancia de la teoría de Piaget, conocida como Teoría del desarrollo cognitivo, está directamente vinculada con el desarrollo cognitivo de los niños; y es que gracias a esta teoría, el ser humano pudo comprender los esquemas de aprendizaje a los que se somete un individuo desde su infancia, siendo realmente útil en la actualidad dentro del mundo de la docencia.

 Podemos decir que gracias a esta teoría, comprendemos cuáles son las fases por las que pasamos desde el punto de vista cognitivo, desde que nacemos hasta que nos hacemos mayores. Etapas que cuentan con un orden fijo en absolutamente todos los individuos, independientemente del país o etnia a la que pertenezcan, aunque pueden variar ligeramente de uno a otro niño. Estas variaciones las encontramos precisamente en la parte más darwinista del estudio; y es que Piaget asegura que el hombre nace con ciertas herencias biológicas que afectarían directamente a la inteligencia.

 Así para Piaget tendríamos dos inteligencias, una de origen biológico y otra de origen lógico. La parte lógica es la que nos permitiría adaptarnos al medio. Así, además de darnos una visión de la línea cronológica del aprendizaje cognitivo de los humanos, esta teoría ayuda a los docentes y profesionales de la educación y psicología a detectar problemas cognitivos en la infancia, pudiendo así adelantar terapias que puedan ayudar al desarrollo de los individuos.

 Es importante saber que cada etapa (sensoriomotora, preoperacional, de las operaciones concretas y de las operaciones formales) está caracterizada por un proceso, el de asimilación y adaptación. Entendemos como asimilación la transformación del entorno para adecuarlo a los esquemas cognitivos que el niño ya posee. Asimismo, la adaptación no es otra cosa que cambiar dichos esquemas para poder desenvolverse mejor con el entorno. Podemos poner cientos de ejemplos de este tipo de procesos de asimilación y adaptación, aunque uno de los más curiosos sucede durante la etapa sensoriomotora. En esta etapa, los niños intentarán entender la información que les da sus sentidos. Aprender a mover sus manos, sus pies y a coger objetos y soltarlos.

 No obstante, no cuentan con los esquemas suficientes como para entender que estos objetos permanecen en el tiempo. Así, si apartamos dichos objetos de su vista se olvidarán de ellos tarde o temprano. Podemos entender por tanto la sensación de angustia cuando el niño llora por no estar con su madre, pues no es consciente aun de que esa figura materna sigue estando, aunque no esté a su lado. Esta etapa terminará cuando el niño sea consciente de que las cosas y las personas permanecen aunque no estén a su alcance.

PARADIGMAS EDUCATIVOS

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PSICOANÁLISIS DE FREUD

El Psicoanálisis es un método de observación e investigación de la mente humana, que trata de comprender y explicar su funcionamiento con la finalidad de conseguir unos objetivos terapéuticos para el paciente. Por lo tanto, es también un método terapéutico para abordar con el paciente sus conflictos y tratar sus dificultades. Como resultado de estas observaciones y esta técnica, ha sido posible desarrollar una teoría psicológica de la conducta y de la mente humana.
Aunque fue iniciado por Sigmund Freud hace más de cien años, el método ha ido evolucionando de forma considerable desde su inicio a través de sus seguidores.
El método consiste en generar unas condiciones de trabajo estables para el paciente y el psicoanalista. Ambos se encuentran en sesiones de cuarenta y cinco a cincuenta minutos varias veces a la semana (4 o 5, en algunos casos 3) durante unos años, ya que la comprensión de los procesos inconscientes y del origen de los problemas de la persona y los cambios internos requieren un trabajo largo y laborioso.
La teoría psicoanalítica sugiere que no sólo los factores constitucionales y genéticos constituyen la personalidad y sus desequilibrios. También existen otras influencias importantes, como la experiencia del nacimiento, las tempranas relaciones con los padres, la sexualidad, las pérdidas, los miedos y la manera de vivir la ansiedad. Estas experiencias cruciales, vividas en el núcleo familiar, van estableciendo determinadas pautas de sentimientos, fantasías y relaciones inconscientes e interpersonales, que se encuentran en la raíz de los problemas por los cuales la persona busca ayuda.
Actualmente contamos con la evidencia de estudios empíricos que avalan la validez del tratamiento psicoanalítico.
Además de la práctica psicoanalítica, gran parte de los psicoanalistas aplican también su formación en psicoterapias de orientación psicoanalítica, psicoterapias breves, tratamientos de grupos y de familia, y en ámbitos diversos: medicina, psiquiatría, psicología clínica, educación, docencia universitaria, ciencias sociales y de la cultura, etc. En estas tareas, fuera del encuadre estrictamente psicoanalítico, se favorece el trabajo interdisciplinario, facilitando y estimulando el intercambio de pensamientos y experiencias.

INTERVENCIÓN PSICOPEDAGOGICA




Se considera como el Proceso integrador e integral y supone la necesidad de identificar las acciones posibles según los objetivos y contextos a los cuales se dirige o como el conjunto de actividades que contribuyen a dar solución a determinados problemas, prevenir la aparición de otros, colaborar con las instituciones para que las labores de enseñanza y educación sean cada vez más dirigidas a las necesidades de los alumnos y la sociedad en general, es decir guías de acción para mejorar las condiciones para el desarrollo de las capacidades. (Bausela E.)

 Propuestas de principios en la acción psicopedagógica: Principio de prevención: concibe la intervención como un proceso que ha de anticiparse a situaciones que pueden entorpecer el desarrollo integral de las personas. Principio de Desarrollo: el sujeto se enfrentara a los cambios propios de su desarrollo evolutivo, surge un nuevo contexto de relaciones y exigencias a nivel cognitivo, social y comportamental que serán incrementados en el desarrollo. Principio de acción social: el sujeto haga un reconocimiento de variables contextuales y de esta manera hacer uso de competencias adquiridas en la intervención, para adaptarse y hacer frente a éstas en su constante transformación. Estos a su vez presentan modelos que configuran una representación de la realidad y una forma aplicada de la teoría, que posibilita el diseño, aplicación y evaluación de estrategias de intervención clasificados en: Teóricos: se conceptualizan como aportes provenientes de las diversas corrientes de pensamiento. Modelos básicos de intervención: su conocimiento es la unidad básica de intervención clínica, por programas, por consultas o psicopedagógicos. Modelos organizativos: encargados de plantear la manera de organizar la orientación en un contexto determinado.

 Modelos mixtos o de intervención: se han combinado para satisfacer las necesidades de un contexto determinado, ejemplo de éstos serían los modelos comunitarios, ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos. Los modelos de intervención a su vez reciben otras clasificaciones, según Álvarez y Bisquerra, en counseling, consulta y programas:

 1. Modelo de counseling o modelo clínico: atención directa e individualizada que tiene un carácter terapéutico basado en la relación orientador-orientado, de carácter remedial y centrado en necesidades específicas de quien consulta.

2. Modelo de consulta: acción indirecta de carácter preventivo y de desarrollo que posibilita el adquirir conocimientos y habilidades para resolver los problemas.

 3. Modelos de programas: intervención directa y grupal de carácter preventivo, globalizador, comprensivo, critico, ecológico y reflexivo; concibe la relación del sujeto con su entorno sociocultural.

 El orientador actúa desde diversos campos como la orientación y la intervención psicopedagógica, los cuales se refieren a un conjunto de conocimientos, metodologías y principios teóricos que posibilitan la ejecución de acciones preventivas, correctivas o de apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose a diversos contextos. Dentro de las diversas áreas de intervención psicopedagógica, se ubica la orientación en procesos de enseñanza aprendizaje, que ha centrado su atención en la adquisición de técnicas y estrategias de aprendizaje, desarrollo de estrategias metacognitivas y motivación.

EL CEREBRO

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HIPERACTIVIDAD



Se denomina hiperactividad a un comportamiento que se caracteriza por la actividad excesiva y fuera de lo normal. Se trata de un trastorno de la conducta infantil que lleva al niño a no poder quedarse quieto. Hiperactividad Algunos ejemplos donde aparece el término pueden ser: “La hiperactividad de este chico resulta un castigo para su niñera”, “El pediatra me recomendó que lleve a Martín a hacer deporte para mantener controlada su hiperactividad”, “De pequeño me caracterizaba por la hiperactividad: nunca permanecía sentado por más de diez minutos”.

 Este trastorno, no solamente aqueja al niño durante las horas en las que se encuentra despierto, sino que también lo hace durante la etapa de sueño, manteniéndolo en permanente actividad. Los síntomas de este trastorno conductual que afecta a muchos niños, incluyen desde treparse al mobiliario hasta correr sin parar, pasando por la más amplia gama de movimientos. Los niños hiperactivos disponen de mucha energía, por lo que sus padres tienen que buscar la forma para que dicha energía pueda ser canalizada y explotada de manera beneficiosa para el pequeño. La hiperactividad se origina en factores neurobiológicos, en los cuales la genética tiene una gran incidencia. Por eso su tratamiento puede incluir el suministro de fármacos. Síntomas y tratamiento Este trastorno fue descrito por primera vez en 1902 por George Still.

 El especialista expresó que aquellos niños que la padecen han desarrollado una actividad motora muy intensa y por eso necesitan hallarse en constante movimiento. A su vez al estar rodeados de otras personas, su hiperactividad aumenta, sobre todo cuando son extraños o individuos a quienes no ven con frecuencia. A sí mismo, al estar solos, el ritmo de actividad disminuye considerablemente.

El mismo autor describió claramente el perfil de un niño hiperactivo y resaltó la importancia de ayudarlos porque este ritmo de vida (que no es voluntario), puede resultarles altamente dañino. Según el especialista, estos niños manifiestan una actitud destructiva y no se sensibilizan a través de los castigos, al contrario parecen volverse más inquietos e inestables. Además, son criaturas a quienes es muy complicado educar, debido a que les resulta muy difícil permanecer pensando o haciendo una misma cosa durante un tiempo prolongado; poseen un coeficiente intelectual normal, pero no parecen poder rendir acorde al mismo (a la inquietud reflejada en los movimientos, las conductas por impulso y los desequilibrios emocionales, hay que sumar que estas personas que se distraen con facilidad). Por otra parte, poseen un margen muy bajo de tolerancia frente a las frustraciones, lo que los lleva a volverse obstinados y persistentes para conseguir sus objetivos sí o sí. En lo que respecta a sus estados de ánimo, suelen ir de momentos de intensa alegría a llanto descontrolado, mostrando un desequilibrio emocional muy fluctuante. Still dividió este trastorno en varias etapas, donde cada una se caracteriza por mostrar actitudes particulares: *Desde los 0 a los 2 años: Pueden notarse problemas en el ritmo del sueño y mientras el niño se está alimentando. Sobresaltos, resistencia a los normales cuidados, irritabilidad, etc. *Desde los 2 hasta los 3 años: Dificultades para expresarse, una actividad excesiva y poca conciencia de las situaciones de peligro, suelen sufrir numerosos accidentes.

De los 4 a los 5 años: Manifiestan claras complicaciones para adaptarse a un grupo, desobedecen sistemáticamente y tienen dificultades para respetar los límites. *Desde los 6 años en adelante: Presentan una gran impulsividad y problemas de aprendizaje causados por el déficit de atención. Además muestran problemas para relacionarse. El tratamiento para la hiperactividad depende de cada situación individual, hay casos más complejos que otros, y sólo en casos extremos se recurre a estimulantes y otro tipo de complementos farmacológicos que ayuden al niño a concentrarse mejor. Por sobre todas las cosas, se recomienda que los niños con hiperactividad, sean supervisados a través de un tratamiento psicoterapéutico que los ayude a mejorar no sólo en su concentración sino también en el trato con el resto de las personas, a fin de brindarle una vida más saludable. Existen además otro tipo de tratamientos orientados a lo cognitivo, que buscan recuperar en el niño el deseo de aprender y de dedicarse a algo con especial atención, y mejorar su comunicación con el entorno.

 Es importante destacar por último, que la hiperactividad propicia problemas en el aprendizaje y se vincula a diversas alteraciones psicológicas, como el desarrollo de fobias, problemas de autoestima, ansiedad crónica o hasta depresión. Por todo esto, es primordial que los niños hiperactivos reciban un tratamiento adecuado para canalizar correctamente la energía.

ECOLALIA EN NIÑOS

DISORTOGRAFIA




La disortografía se refiere a la dificultad significativa en la trascripción del código escrito de forma inexacta, es decir, a la presencia de grandes dificultades en la asociación entre el código escrito, las normas ortográficas y la escritura de las palabras. De esta forma las dificultades residen en la asociación entre sonido y grafía o bien en la integración de la normativa ortográfica, o en ambos aspectos.
La disortografia a pesar de que a menudo va ligada a la dislexia o a la disgrafía se debe de entender como una entidad a parte, ya que puede presentarse de forma aislada o bien comorbida a estas alteraciones, resultando especialmente frecuente su asociación a la disgrafía.
En primer lugar resulta relevante tener presentes cuales son los principales requisitos a tener en cuenta en relación a la adquisición de la ortografía:

  • Adecuado desarrollo del procesamiento visual de la información, resultando en este caso especialmente relevante el desarrollo de la memoria visual, como fuente de recuerdo de la escritura de palabras, ya sea a partir de la copia o bien a partir de la lectura.
  • Adecuado desarrollo del procesamiento auditivo de la información, en este caso resultan clave tanto la discrimincación auditiva como la memoria auditiva. La discriminación auditiva nos permitirá establecer con claridad el sonido y por tanto asociarlo a su correspondiente grafía, en este caso son frecuentes por ejemplo las substituciones de r por l. La memoria auditiva nos permite recordar la información verbal y por tanto resultará clave para poderla transcribir, especialmente cuando se trate de palabras largas o desconocidas, al mismo tiempo que es la habilidad que mientras almacenamos esa información la podemos analizar.
    • Otro punto a tener en cuenta dentro del procesamiento visual de la información reside en la orientación espacial y la madurez perceptiva, es decir, aquella habilidad que nos permite distinguir adecuadamente las simetrias, ya sean estas simples o complejas. La presencia de dificultades en este punto nos puede llevar a las rotaciones de letras como a la inversión de éstas, ya sea en la copia o en la escritura al dictado o la expresión escrita.
  • La integración espacio temporal, esta resulta clave en la adquisición del ritmo del lenguaje, la apreciación de las palabras y sus partes. El ritmo resulta clave en el momento de poder separar las palabras o de poder discriminar adecuadamente las silabas y por tanto poder acentuar. En los casos en que el ritmo no está bien consolidado encontraremos dificultades en la ortografía natural, pudiendo presentar uniones de palabras o bien fragmentaciones de éstas.
Por otra parte, resulta importante identificar una serie de aspectos como posibles causas de la disortografía, entre las cuales podriamos citar las siguientes:
  • Causas de tipo intelectual: la presencia de este tipo de dificultades entorpece ante todo la adquisición de la normativa ortográfica básica, aunque probablemente no resulte la causa más relevante, si que puede llevar asociado otro tipo de dificultades que si resulten claramente relevantes como el procesamiento de la información.
  • Causas lingüísticas: las dificultades en la adquisición del lenguaje, ya sea de tipo articulatorio o bien en lo referente al conocimiento y uso del vocabulario. Las dificultades articulatorias pueden dificultar la correcta percepción del sonido y por tanto presentar dificultades en la correspondencia con su grafismo. Por otra parte, el conocimiento del vocabulario implica el recuerdo de su forma, es decir, de como se escribe una palabra determinada.
  • Causas de tipo pedagógico: en ciertas ocasiones el método de enseñanza de la ortografía puede resultar poco beneficioso en función del estilo cognitivo del/la alumn@. El recuerdo de la normativa, por su escasa significatividad puede resultar poco adecuado para much@s alumn@s.
  • Causas perceptivas: como apuntaba anteriormente, el procesamiento visual y auditivo de la información resulta clave en el desarrollo de la disortografía, resultando claves en este sentido:
    • La memoria visual
    • La memoria auditiva                    
    • La orientación espacial
    • La orientación temporal

COMUNICACIÓN

El proceso comunicativo implica la emisión de señales (sonidos, gestos, señas, etc.) con la intención de dar a conocer un mensaje. Para que la comunicación sea exitosa, el receptor debe contar con las habilidades que le permitan decodificar el mensaje e interpretarlo. El proceso luego se revierte cuando el receptor responde y se transforma en emisor (con lo que el emisor original pasa a ser el receptor del acto comunicativo).


En el caso de los seres humanos, la comunicación es un acto propio de la actividad psíquica, que deriva del pensamiento, el lenguaje y del desarrollo de las capacidades psicosociales de relación. El intercambio de mensajes (que puede ser verbal o no verbal) permite al individuo influir en los demás y a su vez ser influido.


Entre los elementos que pueden distinguirse en el proceso comunicativo, se encuentra el código (un sistema de signos y reglas que se combinan con la intención de dar a conocer algo), el canal (el medio físico a través del cual se transmite la información), el emisor (quien desea enviar el mensaje) y el receptor (a quien va dirigido).
La comunicación puede ser afectada por lo que se denomina como ruido, una perturbación que dificulta el normal desarrollo de la señal en el proceso (por ejemplo, distorsiones en el sonido, la afonía del hablante, la ortografía defectuosa).


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PROCESOS COGNITIVOS

La capacidad que permite desarrollar conocimientos recibe el nombre de cognición. Se trata de la habilidad para asimilar y procesar datos, valorando y sistematizando la información a la que se accede a partir de la experiencia, la percepción u otras vías.
Proceso cognitivo
Los procesos cognitivos, por lo tanto, son los procedimientos que lleva a cabo el ser humano para incorporar conocimientos. En dichos procesos intervienen facultades muy diversas, como la inteligencia, la atención, la memoria y el lenguaje. Esto hace que los procesos cognitivos puedan analizarse desde diferentes disciplinas y ciencias.
La percepción, por un lado, lo que nos permite es, a través de los sentidos, organizar los estímulos y favorecer la continuación del proceso cognitivo en cuestión. En este caso, la persona en cuestión no sólo está influida por las propiedades que definen a los estímulos en sí, sino también por su voluntad e incluso por sus propios intereses.
A continuación, tiene lugar la memoria, que es una facultad que se compone de dos partes diferenciadas: el almacenamiento de la información pertinente y luego la recuperación de la misma en el momento que sea necesario o que se desee.
El pensamiento también juega un papel fundamental dentro del proceso cognitivo. En su caso, lo que hace es procesar toda la información y luego establecer relaciones entre los datos que la componen. En este caso, lo hace a través de acciones tales como el análisis, el razonamiento, la asimilación, la síntesis y la resolución de problemas.
El lenguaje, por supuesto, también es básico dentro de la fase que estamos abordando. Y es que es la herramienta que usa el ser humano para poder acumular experiencias, preservarlas a lo largo del tiempo y finalmente transmitirlas a generaciones posteriores. Se encuentra en clara interrelación con los factores citados, así, por ejemplo, el pensamiento no puede existir si no hay lenguaje y viceversa.
De la misma manera, tampoco hay que pasar por alto que se hace necesario tener claro que hay que estar muy atentos al proceso cognitivo no sólo para poder hacerle frente a las distintas variantes y características del mismo sino también para resolver los problemas que pudieran suceder.
Existen amplios debates en torno a los procesos cognitivos. Estos pueden ser concientes o inconscientes e incluso, de acuerdo a algunos expertos, hasta pueden ser desarrollados por animales o por entidades construidas por el hombre (como los dispositivos con inteligencia artificial).
Un proceso cognitivo puede iniciarse con la percepción (el acceso a información a través de los sentidos). La persona presta atención a aquello que percibe y, a través de distintos tipos de pensamientos y mecanismos de inteligencia, logra generar conocimientos que interioriza y almacena en la memoria. Dichos conocimientos, ya asimilados, pueden ser expresados y comunicados mediante el lenguaje.
Lo que implica un proceso cognitivo es que una cierta información sea codificada por el individuo y almacenada en su memoria. Cada vez que una situación lo amerite, el sujeto puede recuperar dicha información y utilizarla de acuerdo a sus necesidades.


AUTISMO

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés). Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil. Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes. Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y le aconsejan a los padres que esperen y vean como se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto. Si tienes inquietudes acerca del desarrollo de tu hijo, no esperes y habla con su pediatra para que sea evaluado.
Si a tu niño lo han diagnosticado con autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, entre más pronto se haga el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar. Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.

INCLUSIÓN

NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES

nee están referidas a  “aquel que  precisa ayudas y recursos adicionales, ya sean humanos, materiales o pedagógicos, para conducir su proceso de desarrollo y aprendizaje, y contribuir al logro de los fines de la educación”.

Esto quiere decir que cualquier persona en diferentes edades y momentos de su educación, puede necesitar que lo apoyen para tener éxito escolar. Estas NEE pueden ser por un tiempo determinado (transitorias) o durante todo el tiempo de permanencia en el sistema escolar (permanentes).

Si vamos a una escuela común, nos encontraremos con diferentes niños, niñas y adolescentes que pueden tener o no dificultades para aprender, pero ¿Quién puede decir que nunca tuvo dificultades en el colegio?, ¿todos aprendimos con facilidad a leer, escribir, sumar, restar, etcétera?, ¿aprendimos inglés, física, química o computación de manera natural y espontánea o tuvimos que recurrir a alguien que nos ayudara con aquello que nos costaba aprender?, tal vez nuestra memoria sea frágil, pero lo importante es reconocer que cada uno de nosotros tuvo ciertas limitaciones en el aprendizaje, claramente en diferentes dimensiones e intensidad.

Actualmente en la escuela regular podemos encontrar un niño o niña con discapacidad intelectual, con baja visión, con déficit atencional, o autismo o trastorno del lenguaje, tal vez con problemas emocionales, fobias, embarazos adolescentes, víctimas de violencia intrafamiliar, dificultades de aprendizaje entre otros muchos trastornos, los que afectan el rendimiento escolar y la adaptación de muchos escolares.

¿Qué es importante considerar entonces? Tanto profesores, comunidad educativa y familia deben comprender que todos somos diferentes, la sala de clases promueve la diversidad y no se puede pretender que todos aprendan lo mismo, en el mismo momento y de la misma manera, hay que valorar las diversas estrategias y formas de trabajo.

Existen varios apoyos que se deben brindar a todos quienes presenten una NEE ya sea por un tiempo o de manera permanente, por ejemplo, el profesor debiera hacer adecuaciones al currículo, esto significa que puede adaptar las metodologías que usa para hacer clases, o que puede variar la forma de evaluación, tal vez el camino sea modificar algunos contenidos, lo fundamental es que se respete la diversidad y se trabaje en relación a lo que necesita el estudiante y no a las expectativas del profesor o a los contenidos obligatorios.

Otro apoyo a quienes presentan NEE es contar con otros profesionales, por ejemplo fonoaudiólogo/a, psicólogo/a, profesor/a diferencial, terapeuta ocupacional entre otros, quienes entregan claras orientaciones de cuáles pueden ser los requerimientos de quienes presentan NEE.

Además de los apoyos humanos de diferentes profesionales, existen otros elementos que pueden facilitar el proceso educativo como los recursos tecnológicos, materiales y soportes como por ejemplo un puntero láser para quien tenga trastorno motor.

Los niños/as o jóvenes que presentan NEE muchas veces no lo pasan bien en el colegio, pues a pesar de que quieren aprender como el resto de sus pares, no logran hacerlo, se frustran, son objeto de burlas y se pueden sentir fracasados, esto claramente repercute en la autoestima y autoconcepto. En muchas ocasiones los profesores no los incorporan en las clases y “les dan tareas muy fáciles” creyendo erróneamente que eso es integrarlos a la educación, esto no es así, integrar es dar oportunidades para alcanzar los aprendizajes y desarrollo más normalizado posible, las personas con NEE no deben ser objeto de lástima, eso NO es integrar, como profesores debemos tener altas expectativas en que todo ser humano es capaz de aprender, si yo, como profesor, responsable mente conozco a quien tengo enfrente.

Otro aspecto fundamental es la familia y el apoyo que puedan entregar a los profesores en pro de beneficiar a sus hijos, esto solo se puede lograr  con un trabajo común, incorporando a padres y/o apoderados al trabajo escolar, dando orientaciones de cómo trabajar en la casa, por ejemplo, si tenemos un hijo con déficit intencional debemos tener una estructura clara, con una rutina de estudio breve y precisa, si nuestro hijo/a tiene discapacidad intelectual las metodologías de trabajo deben ir apoyadas de elementos significativos, o si el niño/a tiene baja audición deberemos tal vez aprender un lenguaje alternativo, con esto quiero señalar que la integración de cualquier persona con NEE, sea la que sea, es responsabilidad de todos, de la sociedad, de la escuela y de la familia. Para entregar educación de calidad, todos somos protagonistas.

Las  principales acciones para la integración se relacionan con modificar los Proyectos Educativos, capacitar a todos los docentes, sensibilizar a la comunidad completa, incorporar a padres y apoderados, flexibilizar el curriculum, implementar sistemas de apoyo, valorar el proceso educativo por sobre el producto clasificatorio, incrementar recursos materiales y humanos que puedan asumir de manera adecuada y responsable, dando respuesta a las necesidades que presenta la nueva población escolar que implica cada vez más, reconocer las diferencias que existen entre los seres que conformamos esta sociedad.